La renuncia y huida en helicóptero de la primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, ayer lunes, marca un nuevo hito de un levantamiento popular que ha dejado al menos 400 muertos en el país sudasiático.
Desde julio pasado, Bangladesh ha sido escenario de multitudinarias manifestaciones contra una ley sobre empleos en la Administración Pública. Muchas de ellas han sido brutalmente reprimidas.
Hasina llevaba en el poder desde 2009 y, si bien es vista como artífice del crecimiento económico del país en los últimos años, también como una líder capaz de usar la represión para aferrarse al poder.