Tras 120 minutos de sufrimiento y dramatismo, el Atlante se proclamó Campeón de la Liga de Expansión al derrotar 1-2 al Celaya en la Gran Final del Apertura 2022. Los Potros sufrieron de más, comenzaron ganando el partido, pero los Toros lo empataron y lo mandaron al alargue, donde todo se definió a favor de los azulgranas.
El duelo de vuelta fue una montaña rusa de emociones, ya que el empate sin goles en la ida dejó la moneda en el aire para definirlo todo en la vuelta, misma que se celebró en casa de los cajeteros: el Estadio Miguel Alemán Valdés.
Una vez que el árbitro, Mario Terrazas dio el silbatazo inicial, los Potros de Hierro galoparon a toda velocidad en busca de meter el primer tanto que les diera la ventaja y la confianza para resolver el duelo y terminar con el trofeo en las manos, algo que consiguieron al minuto 15 por conducto de Christian ’el Hobbit ’ Bermúdez quien remató dentro del área tras un error de la defensa celayense.
A partir de ese momento, el también llamado Equipo del Pueblo se apoderó del trámite del partido y apedrearon la puerta del conjunto guanajuatense; sin embargo, los de Mario García no pudieron concretar sus oportunidades y de a poco le cedieron la iniciativa a los locales, quienes se fueron asentando en el terreno de juego.
En el Complemento, el Celaya regresó con las ideas más frescas y tan solo un minuto de haber vuelto a pisar el empastado lograron hacer el tanto del empate. Al minuto 46, Gael Acosta recibió el balón en la media luna y desde ahí sacó un fierrazo con el que sorprendió al guardameta, Humberto Hernández, quien nada pudo hacer para evitar la caída de su marco.
A partir de ese momento, los papeles se invirtieron, y ahora fueron los dirigidos por Paco Ramírez quienes tomaron la batuta, aprovechando el factor físico, pues en los últimos minutos, los azulgranas lucían ya muy cansados y las ideas se les agotaron, mientras que, los locales tampoco pudieron sacar mayor ventaja de esto y la Final se fue al alargue.
Al Atlante le vino bien el término del tiempo reglamentario y aunque el cansancio era notorio, se les percibió más cómodos en el terreno de juego, por lo que volvieron a tomar la iniciativa y volvieron a llegar con insistencia, obteniendo su recompensa en el segundo tiempo extra.
El cronometro marcaba el minuto 110, cuando en una jugada fortuita, el balón rebotó en Guillermo Allison y terminó incrustado en las redes, tanto que significó el título; sin embargo, los Potros quisieron asegurar aún más la copa y al 113, apareció César López quien se quitó a Allison del camino y ya con la portería libre mandó a guardar el esférico para asegurar el campeonato.