El Ayuntamiento de Mérida mantiene un acercamiento con especialistas, ambientalistas y rescatistas independientes para mejorar o reforzar acciones encaminadas a la protección animal, especialmente en lo que se refiere a los caballos caleseros.
Durante una reunión en la que participaron funcionarios y representante caleseros, se plantearon diversas propuestas para mejorar las condiciones de trabajo y el bienestar de los animales que remolcan los carruajes.
El secretario de Participación Ciudadana, Julio Sauma Castillo expuso que entre los acuerdos de esta primera reunión se encuentra buscar alternativas, como la introducción gradual de las calesas eléctricas.
Asimismo, la formalización del programa de inspección de los equinos y establecer una mesa permanente de diálogo en la que participen la autoridad municipal, especialistas y asociaciones civiles.
En su intervención, Seijo Solís refirió que las calesas forman parte del abanico de atractivos turísticos que ofrece la ciudad para los visitantes nacionales y extranjeros, además de que genera una derrama económica para las familias que se dedican a esta labor.
En ese sentido, continuó, desde hace 5 años la UADY ha trabajado de manera coordinada con la Unión de Conductores y Pequeños Propietarios de Carruajes de Yucatán para apoyar en la vigilancia del cuidado de los caballos que son destinados para tal fin.
En días pasados se realizó una reunión previa en la que participaron José Manuel Blanco Molina, responsable de la Clínica de Grandes Especies de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY); Roberto Echeverría Ramos, coordinador del Centro Municipal de Control Animal (CEMCA) y Alejandro Mendoza Villanueva, jurídico de la Unidad de Desarrollo Sustentable.
En la mencionada mesa de trabajo, el MVZ. Blanco Molina dijo que a partir de esta vinculación con los caleseros se ha logrado un avance significativo en el estado físico y de salud de los equinos que están en las calesas.
“Para realizar dicha acción los caballos son revisados con base en la Cartilla Sanitaria de Identificación Equina, diseñada por la propia Facultad. En esta se registran los datos del propietario y del equino, así como el número de visitas y las acciones de inspección”, explicó.
A la semana se examinan en promedio hasta 6 caballos; periódicamente se les inspeccionan dientes, lengua, herrajes, condición física (talla y peso) y de salud en general, agregó.
A su vez, Correa Arce subrayó que el Ayuntamiento ha estado inmerso en el seguimiento a estos programas permanentes de inspección por lo que se continuará con la vigilancia a este proceso para brindar una atención integral y especializada a los caballos y así garantizar que puedan cumplir con las funciones diarias sin que su salud e integridad física corran peligro.
“Como Ayuntamiento propondremos un plan de inspección presencial a fin de que se cumplan las disposiciones establecidas como contar con bebederos de agua, respetar los horarios de trabajo a fin de evitar las horas de altas temperaturas, vigilar los sitios en los que se encuentran resguardados, sanciones y suspensión de labores para los que no respeten los nuevos lineamientos, entre otros puntos”, señaló la directora de la Unidad de Desarrollo Sustentable.