Un maestro albañil se las ingenió para frecuentar a su amante sin que nadie se diera cuenta: construyó un túnel desde su domicilio hasta el de la mujer, en Tijuana, Baja California.
De acuerdo con medios locales, el hombre, identificado como Alberto, habría cavado el túnel para visitar a la vecina cada vez que quisiera (y no estuviera el marido).
Todo había salido bien, hasta que un día el esposo llegó temprano a casa. Ahí encontró a su esposa manteniendo relaciones sexuales con el maestro de la construcción, y al perseguirlo, éste se escondió debajo de la cama.
El esposo refirió que el albañil ya no estaba, y al agacharse encontró un agujero en el suelo. Al introducirse, notó que el subterráneo continuaba, por lo que siguió avanzando.



